Testimonio Personal Romina N. Aguilera


Mis comienzos:
 A los 8 años empecé a ir a la iglesia católica, y a los 9 tome la comunión, pero después de eso me di cuenta que no había cambiado nada en mi. Mi mama siempre me había “obligado” a orar antes de dormir, así que a veces era por costumbre, y otras por necesidad.
                                 No fui mas a la iglesia, en mi casa había recibido a testigos de Jehová y a mormones en mi búsqueda de saber porque nos había tocado sufrir tanto, pero al tiempo sentí un rechazo muy grande y no los deje volver. Una vez fuimos a una campaña que nos invitaron unos vecinos evangélicos, y nos gusto la pasamos muy bien pero nunca sentimos de ir a la iglesia.
Algo nuevo paso:
                             No se en que momento, empecé a sentir una presencia en mi habitación, había sufrido mucho casi vivía en depresión así que este sentimiento casi me hacia pensar que eran cosas mías, que estaba loca, hasta que fue tan recurrente que lo asumí y me acostumbre. Esa presencia, como una brisa fresca entraba en mi habitación.
                             En un momento también comencé a sentir una voz, y así como con la “presencia” primero me parecía que estaba loca y después me acostumbre, llegue a pensar que podía ser Dios pero también pensaba quien era yo para que eso fuera cierto. Pero era un secreto mió.
                            Un día , como a mi me gustaba cantar, fui a una dirección donde decía que daban clases de canto, y llegue a una iglesia evangélica, la idea no me gusto, pero allí hablando con una chica supe que la presencia y la voz era de Dios, pero yo no estaba del todo convencida.
                              A los 19 años empecé a trabajar en un negocio de judíos y la verdad que ni sabía a que se denominaba judío, no tenia la menor idea. Yo solo sabia que Jesús había muerto en la cruz por nosotros pero no sabia el motivo el por que.
                            
No se porque en ese tiempo “la voz”  empezó a tener mas importancia en mi vida.
El cambio:
                 Una vez sentí que teníamos que irnos a Mendoza la provincia donde vivía la familia de mi mama.
La voz, me dijo como seria todo, que tenia que juntar plata, que nos llevaríamos toda nuestra ropa, y que dejaríamos nuestra casa, me costo mucho contarle a mi mama lo de la voz y de convencerla de hacer lo que la voz me decía, pero durante muchos meses nos preparamos y comenzamos la travesía, ya estaba avisada que las cosas no serian fácil.               
                        Llegamos a Mendoza, a la casa de mis abuelos y al tiempo tuve que buscar trabajo en otra ciudad, sufrí mucho porque pasábamos meses sin vernos, pero así fue como conocí amigos que iban a la iglesia y así conocí al que es hoy mi marido, primero no quise saber nada de ir a una iglesia evangélica, pero un día decidí ir y la voz me dijo que pasara adelante y diera testimonio, no termine de escucharlo que me estaban llamando al pulpito a dar testimonio.
A partir de ahí comprendí todo, me entregue a Jesús y reconoci al espiritu santo.
A 5 años de haberme entregado, estoy casada con un marido maravilloso, tengo dos princesas y sirvo a Dios en la alabanza y por medio de internet a travez de las paginas, blogs y graficas que realizo. Toda la gloria es para EL.
Mi historia le quite los momentos de mayor pruebas y dolor....algun dia talvez se la contare...

Comentarios

  1. Dios te bendiga y te felicito por tus blogs, sigue adelante impartiendo el evangelio de Salvacion.
    Saludos desde Guatemala

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